Si alguna vez
llega hasta mi la muerte
sin dejar en los oidos
el refugio de un adiós.
Si de pronto os detenéis
atrapados en recuerdos
y viviendo el sinsabor.
Seguid siempre hacia adelante
y entre los ruidos lejanos
yo esconderé vuestro latido
como el de mi corazón.
No dejéis que nada se acabe
que amanezca cada espina
con una nueva flor.
Y si la soledad os clava su espada
y os envuelve entre tinieblas
con su triste desazón
pensad que con vostros voy yo dentro
y con vuestras tristes lágrimas
de nuevo,he de morir yo.
sábado, 31 de julio de 2010
domingo, 25 de julio de 2010
A mar amando
Espuma en vaivén
que insinúa y se retrae
es más lo que me das
que lo que en susurros traes.
Ondas que van y vuelven
olas que se revuelven
y en cada cresta una emoción
que me baña hasta empaparme.
Me sumerjo en los recuerdos
y buceo hasta encontrarme
una concha,una estrella un adiós
y el cosquilleo de mil burbujas acariciándome.
que insinúa y se retrae
es más lo que me das
que lo que en susurros traes.
Ondas que van y vuelven
olas que se revuelven
y en cada cresta una emoción
que me baña hasta empaparme.
Me sumerjo en los recuerdos
y buceo hasta encontrarme
una concha,una estrella un adiós
y el cosquilleo de mil burbujas acariciándome.
jueves, 22 de julio de 2010
Palabras
No susurréis a mi alrededor.
No extendáis más vuestras alas.
Parad.
Parad, al menos, un momento.
Dejad que mis sentimientos os envuelvan
Prestad a mi pensamiento vuestro cuerpo.
Cual sombras os escapáis
Y según siento, rompéis a volar
Poco a poco, sin revuelo.
En el lápiz y en la pluma
Tan sólo sois el espejo
Pura apariencia, volátil reflejo.
¿Dónde pues lleváis el alma que reposa en vuestro seno?
Qué grandes sois, palabras
Y es quizás por eso, que no os encuentro.
No extendáis más vuestras alas.
Parad.
Parad, al menos, un momento.
Dejad que mis sentimientos os envuelvan
Prestad a mi pensamiento vuestro cuerpo.
Cual sombras os escapáis
Y según siento, rompéis a volar
Poco a poco, sin revuelo.
En el lápiz y en la pluma
Tan sólo sois el espejo
Pura apariencia, volátil reflejo.
¿Dónde pues lleváis el alma que reposa en vuestro seno?
Qué grandes sois, palabras
Y es quizás por eso, que no os encuentro.
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