Al sentir la llave en la puerta
escucho de mi corazón el latido
cabalgando el miedo en mis sienes
imploro por un atisbo de cariño.
Resbalan mis manos vacías
y el silencio estalla sombrío
cuando tu boca nombre mi nombre
sabré si eres guerrero o vencido
Tu beso en los labios me quema
mi mente atrae mis penas
hoy sonríes...
y por hoy...
respiro.
Eso si es vivir en un Ay!, la incertidumbre de lo que pueda sentir el otro se convierte a veces en un gran desierto donde solo estás tu y la arena. LLena de amargura pero encantadora , como siempre Ana.
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