Como un ocupa en tu cabeza
me instalo en el fondo, a la derecha
esperando encontrarme allí
al menos, un instante.
Aguardo impaciente algún pensamiento
que me acerque mi propia imagen
o alguna palabra mía
o aquella rosa que para mi besaste.
No me muevo por no hacer ruido
por no dejar que nada se escape
Pero nada llega allí
Ni un solo recuerdo mío
No hay nada de mi en ti
Nada
Todo está oscuro
Definitivamente, me olvidaste.
Yo diría, aparentemente me olvidaste, porque en los recuerdos quiera o no quiera estarás, y van y vienen cuando menos se lo espera.
ResponderEliminarSaludos
Puede que tengas razón, Begoña.
ResponderEliminarY perdona que no te haya respondido, es que normalmente cuelgo en Facebook las entradas del blog y me olvido de mirar aquí los comentarios...
Gracias por seguirme.